Feliz mamá con AMH de 0,19.
A los pocos meses de cumplir 40 años, decidí que era hora de congelar óvulos para una futura maternidad.
Era consciente que ya era mayor, pero aún no me veía preparada para intentar ser mamá.
Sin pareja, no me planteaba el ser madre soltera.
Como siempre había tenido reglas regulares y en mi familia no había casos de menopausias precoces, fui relativamente tranquila a la primera clínica.
Me contaron 7 folículos, y me recomendaron no congelar, sino intentar ser madre ya, diciéndome que tenía reserva baja. Me asusté, pero pensé que era mejor buscar una segunda opinión.
En unos días llegaron resultados de mis niveles hormonales al móvil.
Cuando leí AMH de 0,19 ng/ml, miré en internet ya que no tenía referencias, y al ver el significado se me encogió el corazón como nunca antes en mi vida.
Aquella noche la pasé llorando, con ataques de ansiedad y una desesperación absoluta.
Según estándares, no era una AMH baja, ¡sino bajísima!
Fui a una segunda clínica, y el médico no pudo ser más duro, me dijo: “te quedan 2 meses de tiempo para intentar ser madre”.
Con un estado de nervios y ansiedad que aún no puedo describir, vino la pandemia por coronavirus y las clínicas permanecieron cerradas unos tres meses.
Estos meses, los pasé sola y encerrada, creo que han sido de los peores meses de mi vida.
Me adelgacé muchísimo, deprimida, angustiada y con una tristeza absoluta pensando que ya estaba todo perdido, que ya no era fértil.
Pude hacer el tratamiento de congelación de óvulos en la segunda clínica cuando recién cumplía los 41 años. Resultado: 0 óvulos y muchísimo dinero perdido.
Pasé el verano intentando calmarme, y decidí probar otra clínica en septiembre. Resultado: 1 óvulo congelado.
Me aconsejaron intentar ser madre ya, diagnosticando que necesitaría seguramente donación de óvulos porque ya había pasado casi un año de mi último test y los valores de AMH podían ser más bajos aún.
También me contaban repetidamente que a mi edad la calidad de los óvulos seguramente no era buena.
Durante este segundo tratamiento acudí a un centro de acupuntura para la fertilidad, pero no me sirvió de mucho.
Me hacían siempre el mismo tratamiento, y lo más importante, cuando quise contactar con la profesional para contarle el mal resultado, nunca me devolvió la llamada.
Sintiéndome sola e impotente, reflexioné y me di cuenta que si quería ser madre era mejor probarlo ya, sin el proceso de congelación y descongelación de óvulos.
En el fondo me di cuenta que sí estaba preparada, y aunque no era como lo había imaginado, era un sueño que siempre había querido y que valía la pena intentar.
Entonces busqué en internet otro centro de acupuntura y di con el centro Dra Lu.
Llamé, y ya por teléfono me explicaron que con una AMH tan baja los tratamientos con hormonación máxima no solían salir bien.
Acudí al centro, y desde un principio me dieron consejos sobre alimentación, estilo de vida, pero sobre todo de cómo mantener el útero en perfectas condiciones y con buena irrigación sanguínea, facilitando así óvulos de mayor calidad.
Me dieron ejercicios para hacer en casa que realicé desde el primer día.
También me facilitaron el contacto de una médica especializada en casos como el mío, a la que contacté de inmediato.
Lo que recuerdo muchísimo es que cuando les dije mi valor de AMH, no me dieron malas noticias, sino al revés, me animaron, ya que con sólo un buen óvulo se puede ser mamá, no hace falta más.
Acudí semanalmente al centro Dra Lu, y cualquiera de las profesionales que me atendía lo hacía con mucha profesionalidad y cariño.
Las visitas fueron claves en un cambio de mentalidad por mi parte, en creer que sí era posible y que seguía siendo fértil.
Cada día me preguntaban cómo estaba e iban viendo mi proceso y mejora, adaptando el tratamiento a lo que necesitaba y según el momento de mi ciclo.
En enero de 2021, justo 1 año después del inicio del proceso, decidí hacer una fecundación in vitro con óvulos propios en el centro recomendado.
Resultado: 2 óvulos extraídos, los dos fertilizaron, 2 embriones de máxima calidad, 1 embrión transferido, un embarazo exitoso y un bebé sano y precioso nacido en octubre.
¡Qué locura! ¡Cuántas noches lloré y lloré pensando que nunca podría ser madre con óvulos propios!
Cuántas veces miré por internet información, sobre donación de óvulos, cómo la única solución.
La Dra. Lu me hizo siempre hueco para hacer el tratamiento justo antes y después de la transferencia, aún con la agenda llena, así como durante los tres primeros meses de embarazo.
También en una etapa más avanzada de gestación, y con peso bajo del bebé, un par de sesiones hicieron aumentar el peso del bebé acercándose a la media, y yo encantada de ir al centro, porque en cada visita era una inyección de buena energía y positividad en todo el proceso.
No fue fácil, fue duro, pero el apoyo fue vital y necesario.
Quiero agradecer de corazón a todo el equipo, en especial a la Dra.Coll y la Dra. Lu que fueron las profesionales que más me trataron, por su profesionalidad, saber hacer y apoyo emocional de incalculable valor durante todo el proceso.
También, quiero agradecer a Susana, quien lleva la recepción y agendas, por su simpatía, cercanía, empatía y por las charlas que me han ayudado enormemente a afrontar el proceso con tranquilidad, alegría y mucha fe en que iba a salir bien.
Y quiero animar a todas las mujeres que se encuentren en una situación parecida a la mía, que confíen en el centro Dra.Lu, porque en procesos tan duros y difíciles sus tratamientos ayudan a que un sueño tan importante se cumpla.
Tengo a mi pequeño guerrero en brazos y por momentos no me lo puedo creer.
¡Gracias de todo corazón!
Elisa.


2 Comments
Al ser de Toledo este tratamiento no se puede hacer a distancia no?
Buenas tardes María José: el tratamiento debe ser presencial pero mañana remitire, al correo que nos informas, los datos de contacto de una doctora china colega mía, establecida en Madrid, especializada en el tratamiento de la fertilidad y las afecciones ginecológicas. Saludos Dra. LU