Quiero explicaros mi caso:
Soy una mujer de 37 años y hace 4 años decidí con mi pareja ir a por un bebé.
Durante todo este tiempo he sufrido 3 abortos espontáneos de primer trimestre, los médicos decidieron realizarnos a mi y a mi pareja todos los análisis posibles (cariotipos, antiparentales, biopsia testicular).
Finalmente nos aconsejaron primero realizar el tratamiento intravenoso con inmunoglobulinas inespecíficas para que mi cuerpo no rechazara el semen de mi pareja y realizar la técnica ICSI (un proceso muy parecido a In Vitro más preciso) junto el análisis DGP (análisis pre implantacional de los embriones).
Lo realizamos una vez sin éxito, me extrajeron 8 óvulos que fecundaron óptimamente 6 y después de aplicar el DGP a todos ellos obtuvimos 3 embriones adecuados para ser transferidos de calidades (B y C) que no se implantaron.
Antes de proceder por segunda vez al tratamiento ICSI y DGP, aconsejados por una muy buena amiga de la familia y paciente de la Dra. Lu (Médico y especialista en acupuntura de Barcelona), contacté con ella muy a mi pesar pues opinaba hasta la fecha que únicamente el sistema médico convencional podía ayudarnos, y empezamos a realizar sesiones de acupuntura para mejorar la circulación de la sangre por todo el cuerpo.
Tres meses después de haber empezado las sesiones de acupuntura, comenzamos el segundo tratamiento ICSI con DGP.
En este segundo tratamiento me extrajeron 12 óvulos que fecundaron óptimamente 10 y tras aplicar el DGP a todos ellos obtuvimos 4 embriones con calidades (A y B).
Me implantaron 2 de los 4 embriones y implantó 1 con éxito!
Actualmente tengo un niño de 2 años.
Continuo con las sesiones de acupuntura con la Dra. Lu para quedarme embarazada de nuevo, y no puedo más que agradecer todo su conocimiento, experiencia y apoyo en todo este proceso.
Estoy convencida que la acupuntura nos ha ayudado a que el proceso sea un éxito.
Una vez más, agradezco a la Dra. Lu por su ayuda y espero que mi historia pueda dar luz a aquellas mujeres que estén sufriendo por situaciones similares.
Un abrazo,
Carol.



